Entre un 65 y 75 por ciento de la población mundial padece intolerancia a la lactosa Se calcula que entre el 65 y el 75 por ciento de la población mundial sufre intolerancia a la lactosa, un azúcar que contiene la leche. Las personas que padecen esta enfermedad no precisan habitualmente llevar una dieta estricta sin ingerir lactosa, explica la doctora Yolanda Torres, porque no se trata de una enfermedad autoinmune como la celíaquía. «El paciente no tolera determinadas cantidades de lactosa. Hay pacientes que pueden tomar un poco de queso y otros que presentan síntomas con mínimas cantidades de lactosa, depende del grado de intolerancia que presente cada paciente», aclara la experta. Santiago de Compostela, 21 de junio de 2010. Estos pacientes por lo general no se medican, ya que si evitan los alimentos que contienen lactosa, evitan los síntomas que puede desencadenar su ingesta. Entre los alimentos que deben evitar se encuentran la leche, sus derivados, y productos manufacturados y congelados que también pueden contener este azúcar a modo de conservante. «Hay pacientes con una elevada intolerancia a este azúcar y no pueden ingerir absolutamente nada. Por ello es necesario que miren incluso el etiquetado de los productos, identificar lo que tiene cada alimento y buscar productos alternativos. De hecho, ya existen en el mercado leches y productos lácteos exentos de lactosa, e incluso, la existencia de este azúcar como conservante en salsas elaboradas, embutidos y otros alimentos manufacturados, depende del fabricante que lo comercialice». En caso necesario de realizar una dieta estricta sin lactosa, se recomienda complementar su dieta con alimentos ricos en calcio, como verduras de hoja verde (brócoli, acelgas…), pescado azul y moluscos. Los síntomas más frecuentes que presentan las personas que sufren esta intolerancia son gases, distensión abdominal, náuseas, e incluso diarrea. Y por regla general afecta a los ciudadanos conforme se hacen más mayores aunque, como manifiesta la doctora Torres, «no están exentos ni los adolescentes, ni los niños». Para ampliar esta información o concertar una entrevista: Gabinete de prensa SED 2010 Lali Ortega (91 181 97 07 / 699 489 515) Email: lali@lacomunicacionfabricadeimposibles.com Comunicación SEPD Almudena Aparicio (91 402 13 53 / 616 796 355) Email: comunicacion@sepd.es
Las hepatitis A y B tienen vacuna y se curan casi siempre
La hepatitis es una enfermedad del hígado, que puede ser aguda o crónica, según si su duración es menor o superior a 6 meses, respectivamente. Esta enfermedad varía su tipología según la causa: viral, tóxica, inmunológica o debido a cualquier otro motivo. Lo más llamativo: en la mayor parte de los casos, las hepatitis no presentan síntomas. De ahí que, tal y como señala el doctor Javier Fernández Castroagudín, Facultativo especialista de Área del Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario de Santiago, el 90% de los mayores de 40 años en España haya padecido hepatitis A sin saberlo. Santiago de Compostela, 21 de junio de 2010. La hepatitis es una inflamación de las células del hígado que se manifiesta por una elevación de transaminasas en los análisis. En la mayor parte de los casos, las hepatitis son asintomáticas, no presentan síntomas. Y cuando lo hacen, «los más frecuentes son inespecíficos: cansancio, pérdida de apetito, molestias en el costado derecho del abdomen… «Sólo en casos en los que existe elevación de la bilirrubina o cuando el hígado no funciona, el paciente puede desarrollar ictericia, coloración amarillenta de piel o mucosa. Esto no es habitual, aunque es lo más usual al pensar en la hepatitis: una persona amarillenta y muy cansada», explica el doctor Fernández Castroagudín. Las diferencias entre las hepatitis virales A, B y C Las hepatitis A, B y C tienen en común que forman parte de las 5 hepatitis por virus, llamadas hepatotropos. Sin embargo, son totalmente distintas. A grandes rasgos, la hepatitis A es muy frecuente, y el virus que la produce se trasmite por vía fecal-oral: manos, alimentos, heces… a la boca del que se contagia. Es muy frecuente, y más conforme el país esté menos desarrollado. Las principales ventajas de la hepatitis A son que ya tiene vacuna, y que nunca se hace crónica. Una vez curada, no vuelve a padecerse. La hepatitis A afecta generalmente a gente joven, de hecho la mayoría de gente, antes de los 40 años, la padece. No es un problema porque incluso se pasa de forma inaparente. La hepatitis B es menos frecuente en Occidente, que las hepatitis A y C. En este caso, tal y como apunta el Doctor Fernández Castroagudín, «el virus lleva ADN y que tiene la particularidad de que se integra en el genoma del huésped. Se transmite por las tres vías fundamentales parenterales: transmisión de sangre con sangre, sangre con mucosa o fluidos biológicos infectados, por vía sexual y por vía vertical (de la madre al niño durante el embarazo). A diferencia de la anterior, el 10% de la hepatitis B se hace crónica. Puede quedar en estado de portador o en estado de hepatitis crónica, cuando el hígado está inflamado. La ventaja fundamental (aparte de que se cura casi siempre) es que existe vacuna, que forma parte del calendario vacunal en los países desarrollados, para los recién nacidos y para los adolescentes. En España es muy poco frecuente (básicamente en usuarios de drogas por vía intravenosa), aunque es endémica en otros países como Extremo Oriente. Finalmente, la hepatitis C es la que plantea el principal problema sanitario. Es un virus distinto al de la Hepatitis A y B. Se contagia básicamente por vía parenteral (contacto de sangre, o fluidos infectados con sangre o mucosas). El contacto diario de riesgo es muy bajo, salvo el uso de corta-uñas, cepillos de dientes, útiles de afeitar o depilar… que deben ser de uso restringido del paciente contagiado. En la hepatitis C, el contacto diario, e incluso las relaciones sexuales con pareja estable, o lo que es la vida diaria (comida, hábitos higiénicos, orina, heces…) no supone ningún riesgo de transmisión. El principal grupo de riesgo en España es el del contagio al compartir jeringuillas contaminadas. Otros dos factores de riesgo son el personal sanitario, que se contagia accidentalmente, y los transfundidos antes del año 1990. La mayoría de los enfermos se hacen crónicos: el virus no logra eliminarse y, en el 70-80% de los casos, el virus se queda. Como resumen de las palabras de Fernández Castroagudín, «de las hepatitis crónicas, que son las que plantean un problema de salud, ya que las agudas se solucionan, la más frecuente es la viral (y de ellas, la C, que afecta al 1-2% de la población en España). Le sigue la hepatitis crónica autoinmune (de origen inmunológico); la hepatitis crónica por tóxicos o fármacos, muy poco frecuente; y por último, las causada por razones indeterminadas, que son infrecuentes. Para ampliar esta información o concertar una entrevista: Gabinete de prensa SED 2010 Lali Ortega (91 181 97 07 / 699 489 515) Email: lali@lacomunicacionfabricadeimposibles.com Comunicación SEPD Almudena Aparicio (91 402 13 53 / 616 796 355) Email: comunicacion@sepd.es
Un tercio de la población no goza, de forma crónica y repetitiva, de un buen funcionamiento intestinal
Comer de manera adecuada y despacio, disfrutando de la compañía, masticar bien los alimentos, realizar ejercicio físico regularmente, no fumar, no ingerir alcohol destilado, descansar y manejar el estrés. Estos son los ingredientes necesarios para que el intestino funcione correctamente y para lograr solventar un problema que padece de forma crónica y repetitiva un tercio de la población. Santiago de Compostela, 21 de junio de 2010. Para evitar problemas intestinales, los profesionales recomiendan poner en práctica la dieta mediterránea. «Como primer plato es recomendable tomar ensaladas, verduras y potajes. El segundo suele ser una comida caliente, si de primero no se ha consumido legumbre. De postre, siempre se recomienda ingerir fruta y no pasteles. La grasa que se suele tomar es aceite de oliva y las carnes que se debieran consumir son magras, preferentemente conejo o pollo. Los quesos, poco grasos, más de cabra que de oveja, y la bebida el vino tinto y no la cerveza», explica el doctor Bixquert. Este tipo de dieta es saludable porque además de tomar suficiente fibra el ciudadano ingiere ciertos alimentos fermentados como salchichones, quesos o yogures, que contienen probióticos, que son altamente beneficiosos para el tubo digestivo. Asimismo, incluyen en su alimentación frutas y frutos secos, que contienen antioxidantes, que poseen propiedades antienvejecimiento y antiinflamatorias, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares, intestinales o hepáticas, entre otras. Estas son las recomendaciones para lograr un buen funcionamiento intestinal, aunque en caso de que haya problemas, los síntomas más frecuentes suelen ser acidez de estómago, molestias después de comer, hinchazón de vientre, estreñimiento o gases. Estos síntomas suelen presentarse más en las mujeres que en los hombres, y también en mayor proporción en los ancianos por culpa de los numerosos medicamentos que toman y la falta de ejercicio físico, «Los medicamentos que son buenos para controlar la tensión arterial, el dolor, la ansiedad o para reforzar los huesos, tienen efectos perjudiciales para todo nuestro tubo digestivo», explica el doctor. Todas estas molestias se diagnostican por los propios síntomas. El paciente los traslada al médico de familia o al especialista y en función de ellos se realiza un diagnóstico u otro. «Ã?nicamente si el paciente tiene algún otro síntoma de alarma como vómitos, sangrado al hacer de vientre, fiebre, diarrea crónica, masa abdominal o pérdida de peso, ponemos en marcha los medios necesarios para aclarar la enfermedad que sufre: análisis, pruebas ecográficas, radiográficas o endoscópicas», añade. Para ampliar esta información o concertar una entrevista: Gabinete de prensa SED 2010 Lali Ortega (91 181 97 07 / 699 489 515) Email: lali@lacomunicacionfabricadeimposibles.com Comunicación SEPD Almudena Aparicio (91 402 13 53 / 616 796 355) Email: comunicacion@sepd.es
El reflujo gastroesofágico, que aumenta con la edad y se manifiesta en personas con sobrepeso, afecta a 400.000 gallegos
El reflujo gastroesofágico es el paso del contenido gástrico al esófago. Se trata de una enfermedad que aumenta con el paso de los años y se manifiesta en mayor medida en las personas que tienen exceso de peso. Este problema intestinal que afecta al 15% de los españoles alcanza en Galicia la cifra de 400.000 afectados. El 30 por ciento de la población tiene ardores al menos una vez a la semana. Santiago de Compostela, 21 de junio de 2010. El diagnóstico de esta enfermedad es clínico y los síntomas comunes son la pirosis y la regurgitación. «La pirosis es lo que coloquialmente se conoce como ardores y la regurgitación es el ascenso y la sensación de que la comida sube hasta el esófago e incluso la garganta», aclara el doctor Manuel Rodríguez-Téllez, experto en el tema y ponente de la mesa, y añade que «existen otros síntomas como el dolor torácico por reflujo. También se puede saber si el individuo padece esofagitis mediante endoscopia, así como la cantidad de reflujo que sube al esófago a través de la pHmetría» Para hacer frente a esta dolencia existen distintos tratamientos. Por un lado, contamos con la opción médica, basada en atenuar la acción del ácido a través de los inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol, más conocido por todos. «Son tratamientos que generalmente se deben tomar de por vida porque el 80 por ciento de la población que tiene reflujo va a padecerlo siempre». Otro tratamiento es el quirúrgico, que actualmente se realiza por laparoscopia. No obstante, en la actualidad se está llevando a cabo otro sistema, que está en evaluación: el tratamiento endoscópico. Para ampliar esta información o concertar una entrevista: Gabinete de prensa SED 2010 Lali Ortega (91 181 97 07 / 699 489 515) Email: lali@lacomunicacionfabricadeimposibles.com Comunicación SEPD Almudena Aparicio (91 402 13 53 / 616 796 355) Email: comunicacion@sepd.es
El ejercicio físico y/o la relajación amortiguan los efectos negativos estrés
El estrés es uno de los grades problemas de salud actuales. Por este motivo, la psicóloga Marta Iglesias considera conveniente poner en práctica distintas técnicas que ayuden a liberar la tensión. La práctica de ejercicio físico o de relajación, son algunas de las propuestas que realiza para lograr una mayor sensación de bienestar. Santiago de Compostela, 21 de junio de 2010. El estrés puede definirse como una respuesta biológica ante situaciones percibidas y evaluadas como amenazantes donde el organismo no posee los recursos necesarios para poder afrontarlas adecuadamente. Es un problema que puede sufrir cualquier persona pero que en el caso de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), parece afectar al curso clínico y a la calidad de vida del paciente. Durante la ponencia que se impartirá durante la Jornada sobre Salud Digestiva, enmarcada en la Semana de las Enfermedades Digestivas, está prevista la celebración de un taller en el que se darán a conocer una serie de pautas para minimizar el impacto del estrés sobre la salud en general de la población y en particular de los pacientes con EII. Algunos de los efectos del estrés son a nivel fisiológico: el aumento de la presión sanguínea, incremento de los ácidos gástricos, aumento de la frecuencia respiratoria; a nivel emocional: ansiedad, depresión, hostilidad; y a nivel conductual la presencia de adicciones como el alcoholismo, tabaquismo, los accidentes, etc. El sujeto debe tomar conciencia de aquellas situaciones que le producen estrés y saber que es necesario un papel activo para un afrontamiento exitoso al mismo. Dentro del repertorio para tratar el estrés que cuenta la psicología están las técnicas de control de la activación: la relajación y la respiración. Los procedimientos de control de la activación tienen sus bases en los procedimientos de meditación de las religiones orientales, sin embargo el interés por estos procedimientos se ha disparado en los últimos años debido en gran parte a la importancia que se otorga en la actualidad a la «tensión» o «activación» en el desarrollo de trastornos, el impacto emocional, etc. Asimismo, este interés ha superado el ámbito clínico hasta llegar a la población general, considerándose como un procedimiento preventivo y de mejora de la calidad de vida. Para ampliar esta información o concertar una entrevista: Gabinete de prensa SED 2010 Lali Ortega (91 181 97 07 / 699 489 515) Email: lali@lacomunicacionfabricadeimposibles.com Comunicación SEPD Almudena Aparicio (91 402 13 53 / 616 796 355) Email: comunicacion@sepd.es
1.200 personas sufren Enfermedad Inflamatoria Intestinal en Santiago de Compostela
La enfermedad inflamatoria intestinal afecta a más de 100.000 personas en España y en Santiago de Compostela la sufren alrededor de 1.200 ciudadanos. Esta dolencia es de carácter crónico, afecta al aparato digestivo, fundamentalmente al colon, aunque también al intestino delgado. El promedio de edad de debut se sitúa en jóvenes de entre 20 y 30 años.. Santiago de Compostela, 21 de junio de 2010. Existen dos tipos de patologías dentro de la EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal): la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, y cada una de ellas afecta a unos órganos determinados. La primera afecta al colon y se manifiesta como sangrado. Por su parte, la segunda puede afectar a varios tramos del aparato digestivo, fundamentalmente al ileon y el colon, siendo sus principales síntomas diarrea y dolor. De igual forma que afectan a órganos diferentes, el modo de diagnosticarlas es distinto. Para determinar la colitis ulcerosa es necesario realizar una colonoscopia con biopsia, mientras que en el caso de Crohn, aparte de las técnicas anteriores, hay que hacer otras pruebas radiológicas como resonancias magnéticas, estudios con bario o ecografías. Estas dolencias además tienen un factor genético aunque, como explica el doctor Barreiro, más en el Crohn que en la Colitis Ulcerosa. «Hay un gen, el NOD2, que se ha visto que influye en la susceptibilidad para tener la enfermedad de Crohn. No todos los pacientes que tienen esta mutación tienen la enfermedad de Crohn, pero deben tener en cuenta su alta posibilidad a sufrirla». Asimismo, señala que los pacientes fumadores tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Crohn. Esta enfermedad tiene mayor prevalencia en los países desarrollados como Norteamérica y Europa, lo que se vincula a factores ambientales y al desarrollo de la medicina. «Se diagnostican más casos porque los ciudadanos que acuden a la consulta del médico por una diarrea, o porque sufren dolores, se hacen más pruebas. Además, en otros países menos desarrollados aún no hay mucho conocimiento sobre estas enfermedades. Probablemente en el futuro, en países que se encuentran en vías de desarrollo, se puedan diagnosticar cada vez más porque se ha pensado más en ellas y es más fácil diagnosticarlas». Para ampliar esta información o concertar una entrevista: Gabinete de prensa SED 2010 Lali Ortega (91 181 97 07 / 699 489 515) Email: lali@lacomunicacionfabricadeimposibles.com Comunicación SEPD Almudena Aparicio (91 402 13 53 / 616 796 355) Email: comunicacion@sepd.es
Casi la mitad de los españoles padece alguna patología digestiva
«Los españoles descuidamos nuestra salud digestiva», según los expertos reunidos en la jornada organizada por la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) durante el Día Mundial de la Salud Digestiva Este año, el Día Mundial de la salud Digestiva se centra en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII). En España hay unos 100.000 pacientes con EII (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa). El 30% debuta antes de los 25 años El objetivo de la FEAD es sensibilizar acerca de la EII y concienciar sobre alimentación y hábitos saludables, a través de talleres informativos y encuentros con expertos para pacientes y población general. Madrid, 29 de mayo de 2010. – En torno a la mitad de la población española padece algún tipo de patología digestiva y se estima que el estrés y la mala alimentación son las principales causas desencadenantes de este tipo de trastornos. «En los últimos años se está descuidando la alimentación y la ingesta de productos manufacturados hace que la dieta mediterránea no sea la más habitual en las mesas de los españoles. Las consecuencias para la salud digestiva no se han hecho esperar, están aumentando las patologías digestivas asociadas a la obesidad y a los malos hábitos dietéticos, como la dispepsia, las digestiones pesadas, el reflujo gastroesofágico, el estreñimiento, entre otras muchas», alerta el doctor Federico Argüelles, secretario de la FEAD y uno de los expertos participantes en la jornada organizada por la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) durante el Día Mundial de la Salud Digestiva, bajo el auspicio de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO) y la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), y la colaboración de Danone, Gilead, Janssen-Cilag y Puleva. Para evitar el aumento de este tipo de patologías «es imprescindible educar a los ciudadanos y fomentar comportamientos saludables. De ahí la necesidad de llevar a cabo campañas de sensibilización y promoción de buenos hábitos para la salud, como esta Jornada para pacientes y población general que organiza la FEAD en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, con motivo del Día Mundial de la Salud Digestiva, cita obligada cada 29 de mayo», explica el profesor Manuel Valenzuela, presidente de la FEAD, que destaca los esfuerzos realizados desde la Fundación «para advertir sobre los riesgos de determinadas costumbres, así como para divulgar los avances sobre diagnóstico y tratamiento de las patologías digestivas». Aumenta la incidencia de la EII Este año el Día Mundial de Salud Digestiva se ha dedicado a la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), que engloba Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa, con el lema «Su diagnóstico es el camino a la salud». En España se calcula que hay unos 100.000 pacientes con EII y en la actualidad se diagnostican tres veces más casos de estas afecciones en comparación con hace 20 años. Son patologías crónicas que presentan un proceso inflamatorio a nivel intestinal y que sobre todo afectan a personas jóvenes, de hecho se estima que en torno al 30% de los pacientes debuta antes de los 25 años», según el doctor Juan Luis Mendoza, del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), moderador del Coloquio sobre EII de la jornada. Por su parte, el presidente de la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU España), Ildefonso Pérez, recalca que «muchos afectados ocultan la enfermedad inflamatoria intestinal, ya que está relacionada con diarreas, vómitos y otros síntomas desagradables que suele dar vergüenza reconocer. Por eso, el diagnóstico se puede retrasar». La recomendación de los expertos es acudir al especialista, «ante cualquier dolor abdominal fuerte o la presencia de sangrado en las heces, para poder instaurar el tratamiento de forma precoz y lograr una mejor calidad de vida del paciente», apunta el profesor Valenzuela, presidente de la FEAD. Abordaje terapéutico y quirúrgico Respecto a los tratamientos, el doctor Julio Mayol, ponente del coloquio sobre EII y Jefe de Sección de Cirugía Colorrectal del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, afirma que «aproximadamente un 80% de pacientes con enfermedad de Crohn terminan necesitando algún tipo de intervención quirúrgica como consecuencia directa de su afección; mientras que en la colitis ulcerosa, la frecuencia es algo menor». «La ileostomía, es decir la conexión del intestino al exterior del cuerpo a través de la pared abdominal, en ocasiones puede ser una medida temporal o una solución definitiva si el intestino no es viable o ha de ser extirpado», puntualiza el experto. Por su parte, la doctora María Dolores Martín Arranz, del Hospital Universitario La Paz de Madrid y también experta del coloquio, explica que «hablar del tratamiento más frecuente frente a la EII es difícil, ya que los protocolos son muy distintos según las características del enfermo. Si bien, los fármacos más prescritos son las mesalazinas, aunque en el ámbito de la investigación hay que destacar las terapias biológicas, muy eficaces y seguras. El desarrollo de nuevos fármacos ha hecho posible distanciar los brotes, así como disminuir los ingresos y las cirugías», concluye. Talleres „saludigestivos? La alimentación se relaciona claramente con problemas gastrointestinales. «El tubo digestivo se queja cuando lo que se ingiere no es saludable. Por eso, es imprescindible cuidar la alimentación, para proteger la salud digestiva. De hecho, se ha demostrado que ciertos alimentos pueden favorecer la aparición de pancreatitis aguda o litiasis biliar, así como, inducir estreñimiento y, con ello, fisuras anales, hemorroides o diarrea; incluso algunos productos se han relacionado con el desarrollo de cáncer de colon», explica el doctor Argüelles, Secretario General de la Fundación. En esta línea, durante el Día Mundial de Salud Digestiva, desde la FEAD se han organizado talleres para una alimentación y hábitos „saludigestivos?, en los que los expertos abordarán trastornos digestivos frecuentes. *(se adjunta resumen del contenido de estos talleres en el dossier SALUDIGESTIVO) Aprender a controlar el estrés Una de las actividades destacables de la jornada es el taller de relajación guiada dirigido a pacientes y población general, ya que el estrés es un factor clave desencadenante de las enfermedades del aparato digestivo. De hecho, «se ha demostrado que participar durante 4 meses en
Alimentación y hábitos Saludigestivos
Una de cada cinco personas sanas presentan signos de reflujo gastroesofágico En torno al 15% de la población española sufre intolerancia a la lactosa y otro 15% estreñimiento crónico Es imprescindible hacer pruebas de detección de la hepatitis a personas de riesgo para evitar contagios Sólo un 10% de los celíacos están diagnosticados, aunque se estima que hay unos 800.000 afectados en España Madrid, 29 de mayo de 2010. Una de las actividades principales promovida por la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) durante el Día Mundial de la Salud Digestiva, que se celebra el 29 de mayo, es el desarrollo de diversos TALLERES SOBRE ALIMENTACIÃ?N Y HÁBITOS «SALUDIGESTIVOS» con los que se pretenden «promocionar la salud digestiva en nuestro país y concienciar sobre la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento, cuando hay enfermedad, dentro de los objetivos de la FEAD», explica el profesor Manuel Valenzuela, presidente de la Fundación. Desde la FEAD, «nuestra intención con esta iniciativa es mejorar los hábitos de la población de cara a prevenir y/o combatir algunas de las patologías digestivas más frecuentes, como el estreñimiento crónico, la intolerancia a la lactosa, la enfermedad celíaca, la hepatitis o el reflujo gastroesofágico, que ocupan los talleres cuyo contenido se resume a continuación». PROBIÃ?TICOS: ALIMENTOS QUE TE AYUDAN Los alimentos probióticos son un tipo de alimentos funcionales, es decir, aquellos que, además de nutrir, proporcionan algunas ventajas como mejorar las defensas, reducir el colesterol, etc. Según el profesor Miguel Bixquert, Jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia, «están basados en microorganismos (bacterias) que son beneficiosas para nuestro organismo. De hecho, en nuestro tubo digestivo, en la cavidad bucal y en el tracto urogenital tenemos bacterias que nos defienden de la invasión de otros gérmenes perjudiciales y las tenemos adquiridas desde el nacimiento», puntualiza el experto en el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva. En su opinión, estas bacterias ayudan a digerir los alimentos consumidos, favoreciendo la producción y absorción de vitaminas, calcio, hierro… y facilitan la recuperación de energía. Asimismo, aquellas bacterias que se quedan pegadas a la mucosa intestinal entrenan a los linfocitos para evitar problemas con gérmenes exteriores y también segregan anticuerpos, que nos ayudan en esa defensa. Para las personas con patologías digestivas son especialmente beneficiosos, ya que, por ejemplo un yogur normal ayuda a un tratamiento de diarrea por virus; otros organismos como las bífidobacterias ayudan a combatir el estreñimiento o la hinchazón abdominal; los quesos fermentados o salchichones favorecen un mayor control de las flatulencias. A su juicio, «un impacto educacional sobre las ventajas de este tipo de alimentos sería beneficioso sobre toda la sociedad». En concreto, respecto al estreñimiento crónico, que afecta en torno al 15% de la población, el especialista recalca los peligros de utilizar laxantes de forma incontrolada, una práctica que puede ser perjudicial para el organismo. ASPECTOS ACTUALES DE LA ENFERMEDAD CELÍACA «La enfermedad celíaca, es decir, la intolerancia permanente al gluten (proteína presente en ciertos alimentos como el trigo, la avena, etc.), afecta a unas 800.000 personas en España. Si bien, sólo un 10% está diagnosticado», según la doctora Isabel Polanco, Jefe de Servicio de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital La Paz de Madrid. Esta intolerancia provoca una atrofia en el intestino delgado, disminuyendo su capacidad para absorber los nutrientes. «Se sabe que afecta a personas genéticamente predispuestas, aunque también se ha demostrado que hay ciertos factores ambientales que pueden ser desencadenantes. Por eso, aunque la mayoría de los casos se detectan durante la niñez, cada vez es más común hacerlo en los adultos», apunta la experta. Aunque el síntoma más frecuente es la diarrea mantenida, con heces blandas abundantes, esta afección también puede estar relacionada con otros signos clínicos muy variados como cefaleas, depresión, abortos repetidos y alopecia, entre otros. No obstante, el diagnóstico definitivo se consigue tras realizar una biopsia intestinal, según la doctora Polanco. Se trata de una patología que no se cura, por lo que los pacientes deben tener una dieta sin gluten a lo largo de su vida. Si bien, puede ser totalmente «variada y equilibrada, aunque sobre todo se debe prestar atención al etiquetado de los productos», concluye. INTOLERANCIA A LA LACTOSA La intolerancia a la lactosa es un síndrome clínico que se presenta tras la ingesta de lactosa y que puede cursar con dolor, molestias abdominales, diarrea, flatulencia, distensión abdominal, náuseas e incluso vómitos. «Los síntomas suelen aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de la ingesta de lactosa. Su prevalencia entre la población española se estima en torno a un 15%», detalla Federico Lara, Coordinador Científico de Puleva. Si la lactosa no se digiere a través de una enzima (lactasa) se acumula en el intestino y esto origina la entrada de agua al mismo, provocando diarrea. Además, la fermentación de la lactosa por las bacterias de la flora intestinal produce gases responsables de la distensión abdominal, flatulencias etc. En los casos de intolerancia congénita -afortunadamente muy poco frecuentes- la manifestación clínica se detecta durante los primeros días de vida. Sin embargo, la intolerancia se produce casi siempre como consecuencia de una pérdida paulatina de la capacidad para digerir este azúcar a partir de los 3 ó 4 años y se manifiesta de forma progresiva, detalla el especialista. El principal tratamiento es la exclusión total o parcial de la lactosa de la dieta, lo que conduce a la desaparición de los síntomas pero no a la remisión de la intolerancia. En cualquier caso, actualmente existen en el mercado productos lácteos, sin lactosa o bajos en esta sustancia, que permiten a los pacientes seguir consumiendo derivados lácteos. Los productos lácteos fermentados, como el queso o el yogur, suelen ser bien tolerados. HEPATITIS: DIAGNÃ?STICO Y TRATAMIENTO Durante la jornada también se debatió sobre la hepatitis crónica, una inflamación del hígado que se mantiene a lo largo del tiempo (de una duración mayor de 6 meses). Suele producirse por varias causas aunque las más frecuentes son los virus de la hepatitis B